16 de agosto de 2013

Feria de las vanidades: El costo de echarse un polvo

                        
-Activo profesional con lugar, busca jovencito lampiño
-Versátil independiente y piola, busca cabro de gym


Y es que mi abuelita no se equivoca: hoy en día para todo se necesita plata, y es sorprendente que para algo tan natural y necesario como echarse un polvo sea menester.

Muchas veces cuando hablamos de prostitución se nos viene a la mente esa mujercita, ese trave, ese hombrecillo que se ofrece discretamente por sitios o chats, que se para en la esquina esperando alguna sorpresa nocturna. Sin embargo usté mi querido homosessual, nosotros, todos, nos hemos vendido más de alguna vez a las exigencias del que yo llamo “el mercado de los polvos”, y es que claro, usté podrá ser todo un sex machine pero si no cuenta con los medios olvídese de follar. Porque las exigencias en el mundo gay a veces están definidas con los criterios mas ramplones que puedan existir, y poco falta para llegar a títulos nobiliarios, certificados de antecedentes, exámenes genéticos, huellas dactilares y cuanta cosa que el monstruo de spaguetti volador sabrá. De las exigencias típicas que he leído me han hecho por ahí son:

a) Tener lugar: un clásico!, y es que el tener lugar puede abarcar un espectro tan amplio como el siguiente: departamento de soltero de pareja, mariconamente decorado; la pieza de la pensión/casa en que vive; el dormitoriors; lugar de trabajo; el casharro propio o el prestado; siendo mayor su éxito respectivamente. Pero si no tiene lugar, no se haga los moñitos, y a no ser que le salga otro cabro que “tenga lugars” su cochayuyo no podrá ser remojado.

b) Equipamiento: si usté quiere que le resulte, debe también tener condones y lubricanters de diverso tipo, y si usté es mas pro o tiene gustos más complejos puede tener también algún tipo de juguetes, dildos o trajes para la ocasión.

c) Ser profesional/universitario: Como seguramente, el currículum influirá en el acto y quedará impreso en el miembro de nuestro acompañante, usté debe al menos tener titulo profesional y ejercer como tal, o al menos ser un emprendedor independiente cual fetiche de RN se tratara, si usté es un empleadito, un mano de obra medio proleta (aunque ese término haya pasado de moda) olvídese de una segunda patita, la cosa quedará ahí no más. En el caso de ser universitario, ojalá deben ser estudiantes de Ues tradicionales, olvídese el estudiante de privada, CFT, IP, etc. etc. Y si usted es hippie, cagó.

e) Tener tiempo: Y eso suena hasta lógico, pero el guasheeto codiciado, el sex machine, el latin lover, el sex symbol debe estar disponible 24/7 para tirar cuando y cuanto tiempo a usted se le plazca. Por ello es de lo más indeseable que usté no sea un trabajadorcillo asalariado, que trabaje de lunes a viernes de 8 a 6, porque es de lo más roto ordinario no tener tiempo pa un polvito.

f) Condición física/vestimenta : Si bien ser un gordo granudo y despreocupado como yo sale barato y por eso nunca me sale nada, el mushasho que todos solicitan: aquel flaco y musculado, ojalá depilado y de buen vestir, debe por obligación al menos asistir a un gimnasio y comprarse ropa de la que hacen niñitos asiáticos-africanos. (*El mundo de los osos es aparte)

g) Sector en el que vive: A todos nos ha pesado el tema de los prejuicios, y sí, debo reconocer que también me he asustado cuando nuestro interlocutor nos dice que vive en esa población medio flaitonga de la que nuestra mamá siempre nos dijo que no nos metiéramos.

¿No será que la gaydad se está vendiendo al mejor postor? ¿o será que echarse un polvo se está transformando en una verdadera feria de las vanidades donde el que más ostenta más arrastre tiene?

¿En qué momento nuestro “filtro” pasa a ser discriminación?

Su respuesta a estas interrogantes y otras…comentelas!

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